Coricos, ensecos, harinillas o pemoles; casi todos los conocen y casi todos los comen en México. Esta receta es ideal para satisfacer a las visitas por la tarde acompañadas de café, es más fácil de elaborar que el pan tradicional y el pastel. Por lo mismo y por ser económico y ligero se puede aprovechar para elaborarse y venderse con el fin de recabar fondos para lo que sea, una graduación, la iglesia o lo que sea. Es decir, los coricos hacen felices a todos.
Ingredientes
1 kg de harina de maíz (maseca)
1/2 kg de manteca vegetal
1 barra de mantequilla
3 tazas de azúcar
1 cucharadita de polvo para hornear
1 lata de leche evaporada como la clavel
Preparación
En una bandeja de aluminio pones la mantequilla y la manteca vegetal, la ablandas, (ósea la presionas entre tus dedos hasta que la sientas muy suave) ya que está un poco esponjada le agregas el huevo y continuas un poco más, enseguida le pones el azúcar, haces lo mismo, le pones el polvo para hornear y lo sigues amasando, le pones la harina de maseca poco a poco y la sigues amasando, ya que pusiste toda el harina le pones la leche poco a poco, la sigues amasando y al hacerlo la comprimes para que la leche se vaya impregnando en todo,(la leche será como la mitad, no le pongas mucha porque se pondrá aguada, le pones y la amasas muy bien y así sucesivamente, la sentirás en tus manos muy suave) cuando ya le pusiste todo y la amasaste muy bien y ya está lista es porque ya no se pega en tu mano, las harinas por lo regular te avisan cuando están listas al no pegarse en tus manos y despegarse de la mesa de trabajo.
Notas sobre la forma del Corico
- Podrás hacer los coricos en la forma que tu desees.
- Forma bolitas y oprime con tu dedo el centro
- Tomas bolitas y los formas como gusanitos y las unes de las orillas para hacer aro
- Con moldes de figuras chicas, tu le darás el grosor
En una charola de horno, pones las piezas un poco separadas porque se hincharan un poquito, (sin engrasar) pones el horno a 150, y los coricos estarán según el grosor que les des, cada 10 min, revisarlos, cuando ya están de un color cafecito, pero no café oscuro quemado, sácalos del horno y no los despegues de la charola hasta que estén frios.
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